Historia

La Puebla Vieja de Laredo, organizada a los pies de la iglesia gótica de Santa María de la Asunción, incluye, además de los restos de su cerca amurallada, un singular conjunto de edificaciones populares, civiles y religiosas, de los tiempos medievales y modernos, que la convierten en el casco histórico conservado más extenso de nuestra región.
Este casco histórico engloba dos zonas diferenciadas y edificios que la completan en el exterior de la cerca. El núcleo principal está integrado por la "Puebla Vieja" propiamente dicha, entramado urbano formado por seis calles entrecruzadas casi perpendiculares. Todo el conjunto estuvo rodeado de murallas, junto con el arrabal de San Francisco. En la Puebla Vieja se conservan la Puerta de la Blanca y el portillo de San Marcial, al este y el norte. A la muralla se une por el norte el castillo o recinto murado, que alberga la iglesia de Santa María. El Arrabal es la otra parte del caso. Situado en la vertiente opuesta, le separaba de la Puebla Vieja el exiguo cauce del río de Obín, actualmente canalizado. 
Compartía cerca con la Puebla, la Puerta de Bilbao, torreón de entrada con dos cuerpos: con vano ojival de acceso y cuarto para la maquinaria que permitía el izado de la reja que cerraba la puerta. Hay en el casco algunos ejemplos notables de arquitectura civil de distintos momentos. A época bajomedieval se remontan las torres de Hoz y Gutiérrez Rada, en Santa María. Existieron otras de la misma época: torre del Corregimiento al final de la calle Remayor, torre de los Cachupines en la plaza de este nombre, y de la Taleta a la entrada del antiguo puerto. De la segunda mitad del XVI data el edificio del Ayuntamiento, con arquería abierta a la Plaza de la Constitución de 1812. De principios del XVIII es el palacio barroco existente en la esquina entre las calles San Marcial y La Blanca. Al final de la primera de éstas, junto al arco por donde se sube a la iglesia, se conservan dos sencillas casas en las que, según la tradición, se albergaron Isabel La Católica y Juana la Loca durante su estancia en Laredo, antes del embarque de la infanta a Flandes para casarse con Felipe el Hermoso. En el Arrabal destacan la "Casa de Don Pelegrín" y la de Hernando de Alvarado. La casa Zarauz constituye un destacable ejemplo de arquitectura clasicista del XVIII. El conjunto alberga también edificios religiosos, además del templo de Santa María. Uno es el Convento de San Francisco que data, en su fábrica actual, de los siglos XVII y XVIII. El otro es el Hospital del Espíritu Santo, que conserva fachada del XVIII y ábside tardorrománico. El origen del conjunto debe buscarse en la construcción de la Puebla Vieja "ex novo" a partir de 1200, momento en el que Alfonso VIII concede el fuero. No obstante, modificó un poblamiento anterior, del que existen evidencias documentales desde finales del siglo XI, organizado en torno al monasterio de San Martín (actual ermita tardorrománica de San Martín y Santa Catalina), extramuros de la Puerta de la Blanca, y que completa el panorama histórico-monumental de la Villa.